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Nacido en 1970 bajo el refrescante arrullo de las
olas de Long Beach, Ken Block vivió una infancia muy cómoda y desde pequeño
estuvo ligado a los deportes extremos, como herencia de su padre, don Kurt, un
hippie que fue uno de los primeros en correr olas en las costas californianas,
allá por la década de los 50s.
Propenso a los
accidentes a los 12 años se rompió el brazo practicando skate, sin embargo este
incidente no lo ahuyentó de los deportes extremos, sino que fue todo lo
contrario. A los 17 años se establece en Carolina del Norte para dedicarse de
lleno al snowboard, pero desafortunadamente tuvo que abandonarlo de manera fugaz
debido a una brutal caída que lo mantuvo hospitalizado por 10 meses con la
clavícula rota. De regreso a su amada California y cuando todos pensaban que
dejaría de lado su afición por los deportes extremos, Ken otra vez dio la
contra y como queriendo retar a la muerte se puso a practicar motocross,
compitiendo en diferentes categorías sin mucho éxito. Finalmente, el año 2005,
a los 35 años, este gringo loco encontró su verdadera pasión: las competencias
de rally.

Lluvia de Millones
Ken no es solo un reconocido piloto de alta velocidad sino que también es un destacado y exitoso empresario. El 93 fundó, junto a su amigo Damon Way, la marca de ropa para deportes extremos DC Shoes, con tanto éxito que 11 años después la gigante australiana Quicksilver compró todos los derechos de la marca por la nada despreciable cifra de 97 millones de dólares. No hay nada que hacer que este gringo es un grande dentro y fuera de las pistas. Un capo.
Para Ken los X Games solo fueron una plataforma que usó para desarrollar
proyectos independientes que le ayudaron a engordar, un poco más, su billetera
y también su fama. Fue con sus populares y controvertidas pruebas de drifting
extremo, conocidas como Gymkhanas, que alcanza la gloria y la admiración de los
aficionados a los fierros y la velocidad a nivel global. En estas pruebas
Block maneja al límite y realiza maniobras como derrapes, giros de180° y
frenadas inesperadas que dejan a su Fiesta con la lengua afuera y a sus
neumáticos, literalmente, en la última lona.
La primera Gymkhana la realizó en
un aeródromo, repleto de aviones fuera de uso, la segunda en una peligrosa zona
portuaria, sin barreras de protección, situación que ante una eventual mala
maniobra lo podría haber mandao al fondo del mar y la tercera entrega fue
realizada en un autódromo abandonado en la década de los 90s y que funciona
como cementerio de carros.
Si cree que es suficiente se equivoca. No contento con todo ello, este
californiano, adicto a las emociones fuertes, convertirá a su pobre Ford Fiesta
WRC en un coche mil usos, es decir usará su pequeño pero potente bólido en 3
competiciones diferentes, rallycross, rallys y Gymkhanas, realizando para ello
solo 4 modificaciones, en la suspensión, caja de cambios, posición del radiador
y color de las llantas (una para cada categoría).
Hay que esperar cruzando los dedos porque su record de siniestros es
bastante alto y hace tiempo que no sufre accidente alguno. Por el bien del
espectáculo esperemos que dios lo tenga protegido.
VIDEO DE MANIBORAS DE KEN BLOCK:
Hola
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